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EL GRITO DE CARAL: LUCHANDO CONTRA INVASIONES Y DESPROTECCIÓN ESTATAL PARA SALVAGUARDAR NUESTRO LEGADO CULTURAL (ODS 11)

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    United Peruvian Youth
  • hace 11 minutos
  • 10 Min. de lectura

Por: Diana Rosa Fura Pongo & Angely del Rosario Mariaca Cárdenas


Introducción 

La zona arqueológica de Caral, considerada la civilización más antigua de América y Patrimonio Mundial por la UNESCO, enfrenta una amenaza creciente: la invasión ilegal de sus terrenos. Esta situación compromete la integridad de un sitio invaluable, al destruir restos de una sociedad milenaria que aporta conocimientos fundamentales sobre la historia y el desarrollo humano. El tráfico de tierras y la ocupación informal en esta área protegida reflejan fallas estructurales en la gobernanza territorial y la protección del patrimonio cultural en el Perú.

La protección de Caral no solo responde a su valor arqueológico, sino también al cumplimiento de compromisos internacionales. Según la meta 4 del ODS 11 de la Agenda 2030, los Estados deben redoblar esfuerzos para salvaguardar el patrimonio cultural y natural. En este contexto, la afectación a Caral representa un retroceso tanto para la conservación histórica como para el desarrollo sostenible y equitativo.

Este artículo busca analizar el conflicto generado por las invasiones en Caral, abordando sus causas estructurales —como la presión inmobiliaria, la débil acción estatal y los conflictos de propiedad—, así como sus consecuencias para el patrimonio y las comunidades. Finalmente, se propondrán medidas orientadas a una gestión más efectiva y sostenible del sitio.


1. Caral: legado milenario y valor patrimonial

Caral no es solo un conjunto de ruinas; es un símbolo poderoso de la identidad nacional peruana y un testimonio tangible de la profunda historia de desarrollo cultural en los Andes. Su existencia desafía narrativas previas sobre el origen de las civilizaciones en América, demostrando la capacidad de las sociedades andinas para alcanzar altos grados de complejidad y organización de manera autónoma (Shady Solís, 2006). 

La protección del sitio arqueológico de Caral y su entorno se sustenta en la Ley N° 28296, Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, promulgada en 2004, para la protección, defensa, recuperación, registro y puesta en valor del patrimonio cultural en todo el país (Congreso de la República del Perú, 2004). Esta normativa busca prevenir activamente cualquier alteración o destrucción de los vestigios arqueológicos, garantizando la integridad del sitio para las futuras generaciones y sancionando los actos que atenten contra este legado.

El Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe (PEACS), formalmente constituido como la Zona Arqueológica Caral (ZAC) por Decreto Supremo N° 003-2003-ED y Ley N° 28690, opera como una entidad pública con autonomía científica, administrativa y financiera (Zona Arqueológica Caral, s.f.). Adscrita al Ministerio de Cultura como Unidad Ejecutora 003 desde 2010, la ZAC es la principal responsable de la investigación, conservación y difusión del valioso patrimonio de Caral. Su misión principal es la de indagar y preservar los valores históricos y culturales del proceso civilizatorio original del Perú, al mismo tiempo que fomenta un desarrollo socioeconómico integral y sostenible para las comunidades aledañas, bajo una visión multidisciplinar que busca vincular el pasado con un futuro de prosperidad y respeto cultural (Zona Arqueológica Caral, s.f.).


2. El fenómeno del tráfico de tierras y la invasión

A pesar del reconocimiento legal e internacional de Caral, su integridad se ve amenazada por el tráfico de tierras y las invasiones ilegales. Este problema no solo pone en riesgo el patrimonio arqueológico, sino que también genera conflictos sociales y ambientales, revelando fallas en el control territorial y la aplicación de la ley. La parcelación informal y el uso de maquinaria pesada destruyen restos arqueológicos, mientras las invasiones son constantes y mantienen en alerta a las autoridades y al equipo de investigación.

Las causas del tráfico de tierras son múltiples: valorización especulativa del suelo, débil control territorial, deficiencias en la titulación, corrupción y falta de recursos para vigilancia, estos factores crean un ambiente favorable para que mafias actúen con impunidad.

Arqueólogos han confirmado que organizaciones criminales son las principales responsables de las invasiones (El Universal, 2020). No se trata de asentamientos espontáneos, sino de operaciones planificadas y lucrativas. Estas mafias engañan o coaccionan a pobladores, agricultores y compradores desprevenidos. La situación se agrava por la permisividad o ausencia de autoridades locales y regionales, lo que dificulta la recuperación de los terrenos invadidos.

El tráfico de tierras en Caral es un fenómeno complejo que involucra a diversos actores. En primer lugar, destacan los traficantes de terrenos, muchas veces organizaciones criminales que operan con engaños y coacción, vendiendo lotes ilegales a bajo costo. Les siguen los pobladores, algunos de los cuales compran sin conocer la ilegalidad, mientras que otros lo hacen conscientemente por la oportunidad de adquirir un terreno. También intervienen agricultores que intentan extender sus cultivos en zonas protegidas. A esto se suma la inacción o complicidad de autoridades locales y regionales, lo que permite que las invasiones persistan y dificulta la recuperación de los terrenos, como ha sido reportado en distintos medios.

La recurrencia de invasiones ha sido ampliamente documentada, investigadores del Proyecto Caral han sido víctimas de amenazas, incluso de muerte. La Dra. Shady Solís declaró: “cuando me maten, ya no habrá quien se oponga” (Infobae, 2025), asimismo ha denunciado el uso de tractores y quema de terrenos como tácticas comunes de los traficantes (Infobae, 2023). El incremento del valor del suelo –de 6,000 a 38,000 dólares por hectárea– ha incentivado estas mafias (Infobae, 2025). 


3. Impactos múltiples de la invasión

La invasión y el tráfico de tierras en la zona arqueológica de Caral han provocado daños irreparables en vestigios milenarios, comprometiendo la integridad de uno de los patrimonios más antiguos de América. El uso de maquinaria pesada y la apertura de surcos en áreas protegidas han destruido estructuras de gran valor científico y cultural, dificultando la continuidad de investigaciones arqueológicas que aportan al conocimiento de la civilización Caral y su legado para la humanidad (Ministerio de Cultura, 2020). Estas acciones no solo afectan físicamente los restos, sino que también generan una pérdida de información invaluable sobre el desarrollo social, político y tecnológico de las primeras sociedades andinas (Swissinfo.ch, 2021)

El fenómeno de las invasiones ha derivado en conflictos abiertos entre comunidades locales, autoridades estatales y los propios defensores del patrimonio. Según el arqueólogo Daniel Mayta “es un gran daño porque están destruyendo evidencia cultural de 5.000 años”. (Swissinfo.ch, 2021) La presencia de traficantes de tierras, muchas veces respaldados por actores políticos o tolerados por autoridades locales, ha desembocado en amenazas, agresiones y criminalización de quienes defienden el sitio arqueológico (Otta, 2021)

La debilidad institucional se evidencia en la falta de cumplimiento de sentencias judiciales y en la pasividad de la policía frente a la ocupación ilegal, lo que socava el Estado de derecho y fomenta la impunidad (Ministerio de Cultura, 2022). Este contexto de desprotección institucional no solo pone en riesgo a los investigadores, sino que también desmotiva la participación ciudadana en la defensa del patrimonio.

El deterioro de Caral afecta profundamente la identidad cultural local y nacional, pues se trata de un símbolo de la historia y el origen de la civilización en América. La destrucción de este patrimonio debilita el sentido de pertenencia y continuidad histórica de la población, además de limitar el potencial turístico sostenible que podría beneficiar económicamente a la región (Swissinfo.ch, 2021). La pérdida de atractivo para el turismo cultural implica una oportunidad desaprovechada para el desarrollo local.


4. El ODS 11 y la contradicción entre discurso y práctica

La meta 11.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas insta a “redoblar los esfuerzos para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo”, reconociendo su papel central en el desarrollo de ciudades y comunidades sostenibles (ICCROM, 2025). Esta meta implica la implementación de políticas, programas educativos y acciones coordinadas para garantizar la conservación y el uso responsable de los bienes culturales.

Cabe recalcar que, la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación y planes estratégicos para la protección de sitios arqueológicos, la ejecución real es limitada. La falta de presupuesto, la escasa fiscalización y la ausencia de voluntad política han impedido que las normas se traduzcan en acciones efectivas en el terreno. El monitoreo y la rendición de cuentas sobre el avance del ODS 11 siguen siendo insuficientes, y la sociedad civil percibe una desconexión entre las metas internacionales y la realidad local (Grupo Agenda 2030, 2020).

La contradicción entre el discurso oficial de protección y la permisividad ante la informalidad y el tráfico de tierras es evidente. Autoridades locales y nacionales, en ocasiones, han tolerado o incluso facilitado la ocupación ilegal de terrenos arqueológicos, priorizando intereses particulares sobre el interés público y la conservación cultural (Ministerio de Cultura, 2022). Esta incoherencia debilita la legitimidad de las instituciones encargadas de la protección del patrimonio y perpetúa la vulnerabilidad de sitios como Caral (González Carré, 2009)


5. Desafíos y propuestas hacia la sostenibilidad de Caral

5.1. Desafíos 

La preservación del sitio arqueológico de Caral, una de las civilizaciones más antiguas del mundo, enfrenta múltiples desafíos que amenazan su integridad a largo plazo. Estos no solo se deben a invasiones directas, sino también a problemas estructurales y a la compleja interacción de intereses económicos, legales y sociales. Abordarlos requiere un enfoque integral y coordinado que garantice su sostenibilidad para las futuras generaciones.

1. Presión inmobiliaria creciente: La expansión urbana desordenada y la especulación sobre los terrenos cercanos a Caral representan una amenaza seria. La expectativa de que estos suelos adquieran valor comercial impulsa las invasiones y el desarrollo de asentamientos informales que ignoran la delimitación patrimonial.

2. Débil presencia del Estado: La limitada capacidad de acción estatal dificulta la protección efectiva del patrimonio. La falta de recursos para vigilancia, la lentitud de los procesos legales y la descoordinación entre instituciones generan un entorno permisivo para nuevas invasiones. 

3. Conflictos de propiedad y superposición de intereses: La tenencia de tierras en las zonas aledañas a Caral es compleja, con superposición de derechos privados, comunales y áreas patrimoniales intangibles. Esta situación genera disputas que son aprovechadas por invasores para justificar sus acciones, dificultando las soluciones legales y administrativas. 


5.2. Propuestas alineadas al ODS 11

La sostenibilidad de Caral exige acciones concretas y urgentes, no solo discursos. En primer lugar, es indispensable que el Estado asuma su rol y refuerce la vigilancia y la fiscalización en la zona arqueológica. La falta de presencia policial y de cumplimiento de la ley ha permitido la proliferación de invasiones; sin una intervención firme, cualquier otra medida será insuficiente (Ministerio de Cultura, 2022).

En segundo lugar, la educación comunitaria debe dejar de ser solo un eslogan y convertirse en una política activa. Las poblaciones locales necesitan comprender el valor real del patrimonio, no solo como herencia cultural, sino como oportunidad de desarrollo sostenible. Sin este cambio de mentalidad, la protección de Caral siempre será vulnerable a intereses inmediatos y ajenos al bien común (Swissinfo.ch, 2021).

Además, el diálogo entre comunidades, autoridades e investigadores debe ser genuino y no una formalidad. Solo así se podrán resolver conflictos y evitar que los traficantes de tierras manipulen la desinformación o el descontento social. La falta de espacios efectivos de concertación ha sido una de las debilidades más evidentes en la gestión del sitio (Otta, 2021).

Por otro lado, las alianzas multisectoriales son necesarias, pero deben ir más allá de la foto y el compromiso simbólico. El sector privado y la sociedad civil tienen que participar con recursos y proyectos concretos, no solo con declaraciones de buenas intenciones (Ministerio de Cultura, 2022).

Finalmente, la titulación y protección legal de las tierras arqueológicas no puede seguir postergándose. La indefinición legal es el caldo de cultivo para la informalidad y el tráfico de tierras. El Estado debe sanear y registrar estos predios de manera clara y definitiva, priorizando el interés público sobre cualquier presión local o privada (Ministerio de Cultura, 2022).


Conclusiones

La situación que enfrenta Caral es un reflejo de las profundas contradicciones entre el discurso oficial sobre la protección del patrimonio y la realidad de una gestión ineficaz y permisiva. A pesar de su reconocimiento como Patrimonio Mundial y de la existencia de un marco legal específico, la falta de acción estatal efectiva ha permitido que intereses privados y redes criminales destruyan vestigios milenarios, amenacen a los defensores del patrimonio y fragmenten la cohesión social. Esta crisis revela no sólo la vulnerabilidad de Caral ante la especulación y la informalidad, sino también la incapacidad de las instituciones para garantizar el cumplimiento de los compromisos asumidos en el marco del desarrollo sostenible.

Superar este escenario exige mucho más que nuevas normativas o declaraciones de buenas intenciones: requiere voluntad política real, coordinación interinstitucional y una ciudadanía activa que valore y defienda su legado. La sostenibilidad de Caral debe ser entendida como una responsabilidad colectiva que trasciende intereses particulares y cortoplacistas. Solo a través de acciones firmes, recursos adecuados y una visión de largo plazo será posible revertir el ciclo de abandono y depredación, y convertir a Caral en un ejemplo de desarrollo sostenible, identidad cultural y orgullo nacional.


Referencias

Congreso de la República del Perú. (2004, 9 de julio). Ley N° 28296: Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación. Diario Oficial El Peruano.

El Universal. (2020, 11 de agosto). Traficantes de terrenos, detrás de la invasión de Caral: arqueólogos. Obtenido de https://acortar.link/z2CJeV

González Carré, E. (02 de Octubre de 2009). .eduPUCP. Obtenido de El patrimonio cultural en peligro: https://puntoedu.pucp.edu.pe/voces-pucp/el-patrimonio-cultural-en-peligro/

Grupo Agenda 2030. (7 de Julio de 2020). Informe de la Sociedad Civil sobre el progreso en la Agenda 2030 en el Perú. Obtenido de https://action4sd.org/wp-content/uploads/2020/09/Peru-VNR-report-2020.pdf

ICCROM. (2025). ODS 11.4: Proteger el patrimonio cultural y natural del mundo. Obtenido de https://acortar.link/bZo8rp

Infobae. (2023, 12 de octubre). Caral, la ciudad más antigua de América, en peligro por traficantes de terrenos y poca atención de las autoridades. Obtenido de https://acortar.link/IkHwqb

Infobae. (2025, 24 de abril). "Cuando me maten ya no habrá quien se oponga": Ruth Shady denuncia amenazas y tráfico de tierras en Caral valorizadas en 38 mil USD por hectárea. Obtenido de https://acortar.link/lC3FMt

Ministerio de Cultura. (30 de Abril de 2020). Daño al patrimonio arqueológico de la Civilización Caral. Obtenido de https://www.zonacaral.gob.pe/dano-al-patrimonio-arqueologico-de-la-civilizacion-caral/

Ministerio de Cultura. (21 de Junio de 2022). Caral, ejemplo de sostenibilidad para el Perú y el mundo . Obtenido de Zona arqueológica Caral: https://www.zonacaral.gob.pe/caral-ejemplo-de-sostenibilidad-para-el-peru-y-el-mundo/

Ministerio de Cultura. (09 de Enero de 2022). Comunicado sobre el desalojo frustrado de un terreno arqueológico estatal invadido de la Ciudad Sagrada de Caral - Chupacigarro. Obtenido de Zona Arqueológica Caral, Unidad Ejecutora 003: https://acortar.link/EUae7F

Otta, V. (30 de Marzo de 2021). Caral, metáfora del estado y la cultura en el Perú. Obtenido de Lima Gris: https://limagris.com/caral-metafora-del-estado-y-la-cultura-en-el-peru/

Shady Solís, R. (2006). Caral-Supe, la civilización más antigua de América. Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe/INC. Obtenido de https://www.zonacaral.gob.pe/downloads/publicaciones/libro-caral-supe-la-civilizacion-2008.pdf

Swissinfo.ch. (18 de Enero de 2021). Caral, la ciudad más antigua de América bajo invasiones y amenazas a su descubridora. Obtenido de https://acortar.link/Exdrq6

UNESCO. (s.f.). Ciudad Sagrada de Caral-Supe. Lista del Patrimonio Mundial. Obtenido de https://whc.unesco.org/es/list/1269

Zona Arqueológica Caral. (s.f.). Información Institucional. Obtenido de https://www.zonacaral.gob.pe/informacion-institucional/quienes-somos/

 
 
 

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