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La educación intercultural como herramienta para mejorar la gestión de la diversidad

Por: Paola Encarnación Huaman Salcedo (@pao_encarnacion99) y Diego Valencia Guevara (@valenciadgo_)


Una deficiente gestión multicultural


Con una población de más de 30 millones, la sociedad peruana está compuesta aproximadamente de 40% de mestizos, 30% de indígenas, 10% de africanos y un 20% restante de europeos, asiáticos, árabes entre otros. También se sabe, según el Ministerio de Educación (2013), que en pluralidad idiomática se distinguen 44 lenguas amazónicas y 4 andinas, además de diversos dialectos extranjeros, los cuales conforman nuestra multiculturalidad y permiten la comunicación con comunidades que se extienden a lo largo del país (Peredo Beltrán, 2001).


Sin embargo, existen variaciones porcentuales sustanciales según las regiones, como es el caso de las lenguas andinas en la sierra, cuya demanda alcanza hasta un 70%. Por otro lado, en la Amazonía se reconoce en proceso de extinción al menos 8 lenguas a causa de la inexistencia de políticas de protección lingüísticas. Esto se traduce en una menor cantidad de hablantes, escasos espacios funcionales para su aplicación fuera del seno familiar y oportunidades restringidas (Chirinos, 2001).

La pluralidad de culturas y sus lenguas junto a sus complejas implicaciones constituye un rasgo esencial para la identidad y el desarrollo de la región. Por ello, la UNESCO plantea su participación en un enfoque interdisciplinario desde ámbitos como la educación. De esta forma, no solo se garantiza la diversidad y el diálogo intercultural, sino también se alienta una educación de calidad para todos y la construcción de una sociedad diversa cooperativa (Unesco, 2001). Sin embargo, se evidencia todo lo opuesto en la matrícula educativa en lengua materna, donde la cifra para estudiantes en lenguas originarias alcanza apenas un 44.1%. Otro ejemplo se presenta en la prueba ECE (2015) cuyos resultados indicaron que solo un 4.4% de estos estudiantes alcanzó un nivel de competencia suficiente en comprensión lectora (Unesco, 2017).


Riesgos de la ausencia de una interculturalidad


La falta de articulación entre las entidades del estado, así como una participación asertiva por parte del privado, ha conllevado que hasta la fecha no se superen los retos que trae consigo una educación cultural. Esta alarmante situación, trae como principal consecuencia la conculcación de los derechos que le asisten a todo peruano; dado que, conforme está dispuesto en nuestra Constitución, es deber del Estado asegurar el desarrollo integral de la persona mediante la eliminación de barreras y fomentar la Educación Bilingüe e Intercultural (EIB), derecho que sugiere atención educativa a las variedades no estándar fortaleciendo su incidencia en los procesos de aprendizaje según las características de cada grupo poblacional y su zona respectiva (Zúñiga, 2008).


Asimismo, se confirma el amparo del derecho a la educación en dispositivos internacionales como el art. 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos que consagra el carácter fundamental del derecho a la educación, debiendo ser impartida en condiciones de calidad, igualdad, asequibilidad y de forma progresiva (Prounty, 2008).


Ahora bien, considerando la carencia actual de una educación intercultural, trae como consecuencia que no se logre destruir los principales pilares del centralismo, ya que hasta la fecha se procura su mejora en zonas urbanas, mas no rurales. (Niera & Trapnell, 2004). Un segundo punto a considerar es la brecha docente, debido a que hacen falta más de 25 000 docentes a nivel nacional bilingües y con formación en EIB para los tres niveles de educación (Defensoría del Pueblo, 2022)


Es por ello que hasta la fecha no estamos cumpliendo con las disposiciones del Comité de los Derechos del Niño, el cual detalla que se debería garantizar un servicio educativo que sea: adaptable, por cuanto la educación debe ajustarse a las necesidades de los alumnos en contextos culturales y sociales; y aceptable: en la medida que los métodos pedagógicos sean pertinentes y adecuados culturalmente (Comité DESC, 1999)


Características inseparables que forman cultura


La definición de cultura en un estado moderno es la agrupación de caracteres que acentúan las conductas en sociedad del sujeto, la cual puede afectarse por la evolución histórica y la educación recibida. Gracias a ella, el individuo es consciente de su valía y se considera en constante perfeccionamiento. Partiendo de esto, la multiculturalidad es la convivencia de esas culturas sin significar un intercambio real entre ellas (Bernabé, 2012).


No obstante, al reconocernos como un país multicultural, las culturas no tienen una relación social que asiente enriquecimiento cultural y personal. Para ello, se aterriza en la idea de interculturalidad como una meta obligatoria, porque implica una relación que aboga por la promoción de la pluralidad, el diálogo y la tolerancia para lograr una verdadera integración (Garita, 2014).

Posibles soluciones legales y educativas


Si bien son múltiples las propuestas para contrarrestar esta problemática, se pueden construir soluciones desde los dos grandes factores: a nivel legal, se pretende una correcta ejecución de los lineamientos emitidos por la Dirección Nacional de Educación Intercultural, Bilingüe y Rural (DINEIBIR) del Ministerio de Educación. Aunque existe una ausencia de un plan estratégico y operativos que orienten sus objetivos, además de presentarse la inejecución del presupuesto asignado anualmente a la EIB actualmente (Servindi, s.f.)


Es en esa misma propuesta se puede plasmar el reconocimiento de la diversidad apostando por elementos de interacción e interrelación de los grupos a nivel educativo. De está forma junto a un currículo diverso se eludirá la exclusión y reducción de las identidades minoritarias. Esto supera a la gestión multicultural que únicamente busca el respeto a grupos minoritarios, pero no el intercambio y enriquecimiento mutuo (Bernabé, 2012).


Reflexiones:


Para un país multicultural como el Perú, con una amplia variedad étnica y lingüística que constituye nuestra cultura, es sumamente relevante reinventar la forma en la que contemplamos y ejecutamos la tutela de los derechos de las comunidades nativas e indígenas a través de uno de los procesos cognitivos más relevantes: la educación. Es en ella en la cual se forman a los individuos y se permite su integración a una vida en comunidad, donde siempre que prime el diálogo y el respeto por lo diferente, estaremos cada vez más cerca de lograr una sociedad incluyente y la comprensión de diversas identidades como una sola.


Referencias:


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